Lado B
Dispersión poblacional y orografía complican la vida
Doctora de la SS de Chihuahua rechaza que la mayoría de la población rarámuri se encuentre desnutrida
Por Lado B @ladobemx
19 de enero, 2012
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  • Doctora de la SS de Chihuahua rechaza que la mayoría de la población se encuentre desnutrida

Imagen: Internet.

Josué Mota

@motajosue

Frente a la polémica que ha generado la información sobre la escasez de alimentos en la sierra Tarahumara, en la que mientras el gobierno de Chihuahua sostiene que no hay hambruna y en el resto de los estados del país se organizan colectas de víveres para los rarámuris, una doctora que lleva ocho años atendiendo a los indígenas narra a Lado B su propia experiencia.

La doctora trabaja para la Secretaría de Salud de Chihuahua y solicita el anonimato por temor a que sus declaraciones puedan causarle problemas laborales; sin embargo, accede a contar las dificultades que ha encontrado para desarrollar su labor, así como  la difícil situación por la que atraviesan los rarámuris.

Y es que uno de los principales problemas, dice, para que los indígenas reciban atención médica, es que para llegar a un Centro de Salud deben caminar entre cuatro y seis horas, dependiendo la zona en la que viven; por ello las brigadas de la Secretaría de Salud acuden a algunas comunidades para que atiendan a la población de manera esporádica.

Por ello, cuando las brigadas arriban a las comunidades a prestar atención, esta no resulta sencilla debido a que las distancias entre una vivienda y otra son de aproximadamente 35 minutos, lo que significa que las comunidades se encuentran dispersas.

Otra de las situaciones que complica el trabajo para los médicos es la orografía de la Sierra Tarahumara: “en ocasiones la casa a la que tenemos que llegar está al fondo de una barranca, y otras casas están en la punta de un risco. Afortunadamente ya hemos podido instalar casas -Centros de Salud- en las que brindamos la atención médica cuando llegamos a las comunidades. Sin embargo, todavía tenemos comunidades en las que sólo podemos llegar en avioneta”.

Imgen: Internet.

Desnutrición en la Tarahumara

La doctora contradice los señalamientos en el sentido de que entre la población rarámuri existen problemas graves de desnutrición, y asegura que el gobierno ha implementado las medidas adecuadas para combatir el problema.

Sin embargo, reconoce que la sequía generó una escasez de alimentos debido a que no hubo producción de maíz y frijol, principal sustento de la población, pero rechaza que la mayoría de la población se encuentre desnutrida: “yo pienso que se habla mucho de la sierra Tarahumara sin conocer cuáles son sus problemas y me indigna la forma en que los medios de comunicación están abordando el problema, porque hoy vi una foto de un rarámuri y junto dos pollitos abriendo la boca; eso es indigno, porque los rarámuris son gente con mucha dignidad y gente cabal, educados, respetuosos”, asevera.

A su parecer uno de los principales problemas que existen para que la población cuente con los servicios de energía eléctrica o  agua potable, se debe principalmente a las condiciones sinuosas de la sierra y a las dispersión poblacional.

Cuando se le insiste sobre las advertencias que algunas organizaciones -como los jesuitas o El Barzón- han dado sobre las muertes por desnutrición, comenta: “lo que estoy viendo es que, en todo caso, si se quiere hacer una colecta, se debería hacer bien porque hay que ver cuáles alimentos van a recibir los rarámuris, que no están acostumbrados a comer comida enlatada, no están acostumbrados a comer atún; en otras ocasiones en las colectas envían toallas femeninas o papel de baño, y los indígenas no ocupan eso”.

Y agrega: “otra cosa con las que sí nos pueden ayudar es con especialistas de diversas áreas que nos ayuden a mejorar nuestro trabajo, a tener mejores técnicas, que nos asesoren en temas de interculturalidad; porque eso nos ha servido mucho para realizar nuestro trabajo”. Al tiempo de señalar que en ocasiones los doctores se enfrentan a problemas de violencia intrafamiliar o a casos de incesto, y deben aprender a tratar esos temas con los pacientes.

Finalmente, recuerda que también para quienes brindan servicios a los indígenas la situación es complicada, pues deben trabajar en temperaturas cercanas a los 15 grados bajo cero en comunidades donde no existen siquiera brechas, aunado a que por estas condiciones los autos no pueden circular por el hielo, ya que existe en la Tarahumara una situación de falta de acceso a los servicios básicos.

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