Josué Mota

@motajosue

Mapa de la ciudad. 1865

El llamado Viaducto Zaragoza, una obra que tendrá un costo total aproximado de 486.5 millones de pesos, no tendrá un beneficio real para los poblanos, ni mejorará la circulación de los autos en la cuidad debido a su falta de planeación; será sólo un elemento decorativo en la conmemoración de los 150 años de la batalla de Puebla, pero no detonará el crecimiento, tales son las conclusiones del maestro Simeón Carmona, coordinador de la licenciatura en Diseño Urbano Ambiental y Urbanismo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Diferentes especialistas en historia, antropología, arquitectura y otras áreas han anunciado que el Viaducto Zaragoza tendrá un alto costo y muy poco beneficio, pero principalmente pone en riesgo la zona histórica de Los Fuertes y en consecuencia la declaración de Patrimonio Histórico otorgada por la Unesco a la ciudad de Puebla.

Ahora es un especialista en Urbanismo quien detalla la serie de errores que cometió y comete el gobierno del estado al invertir una gran cantidad de dinero en una infraestructura que carece de comunicación con otras vialidades, que no contempla nuevos accesos y salidas vehiculares, y sólo generará nuevos congestionamientos tanto en el Centro Histórico como en el Bulevar 5 de Mayo.

Lado B realizó un recorrido por la construcción de la obra y en la parte del puente que llegará al Mausoleo de Ignacio Zaragoza.

El especialista dijo que en principio la obra no debe ser llamada “viaducto”, pues no lo es, en realidad se trata de una serie de puentes, dos elevados y uno deprimido, en una vía.

Foto: Paco Coca.

Pero también detalla que la nueva obra será un elemento aislado de otras vialidades: “El peligro es que vamos a concentrar una gran cantidad de vehículos sin solución para distribuirla en todo el Centro Histórico. Entonces llegas al Bulevar 5 de Mayo, ahí se va a saturar y después, ¿qué va a pasar en la 14? Vamos a tener que generar una alternativa entre todo el Bulevar 5 de Mayo tanto hacia la parte sur como hacia la parte norte, y el Centro Histórico tendrá que cambiar la dinámica del uso de la vialidad (para) que sea continuo y con zonas de peatón.

“Otra es que del sur se genere un sistema mucho más dinámico similar al que se va a generar ahorita, pero entonces entraríamos en la propuesta aquella de tratar de rescatar el río, y eso pudiera ser, esa sería una opción diferente. Esto tiene que pensarse de largo plazo, a lo mejor ahora se está haciendo de manera muy pequeña.

Lo más grave es que es un elemento aislado de lo que es la ciudad; es una vialidad no integrada a un sistema de vialidades, a un sistema de movilidad urbana, solamente es algo de acceso; son elementos que en lugar de favorecer a la ciudad, entorpece su dinámica”.

¿Cómo podría repercutir esta situación a futuro?

-Se tendría que trabajar en un sistema que nos permita integrar este elemento con, por lo menos, las vialidades periféricas a este elemento, una es la Diagonal (Defensores de la República), otro es la salida de Puebla, posiblemente habrá que generar algo que nos permita tener intercomunicación, un circuito, protegiendo la zona histórica, en parte habría que pensar en revalorar la vialidades secundarias que tenemos en esta zona. Podría ser la parte oriente de Los Fuertes o la parte norte, pero es algo que tenemos que ver ya, porque hay dos vialidades que llegan: la Diagonal y la parte que viene de La Ciénega.

Foto: Joel Merino.

“Si este sistema se hubiera generado con una estructura vial mucho más coordinada que pudiera generar entre este espacio, el Bulevar 5 de Mayo y la salida hacia Tehuacán, y la parte oriente de Los Fuerte que nos llevara para el Bulevar Xonaca, no sería un sistema aislado, pero sólo es un elemento complementario.

“Entonces, como elemento de gran importancia para el festejo pues ahí está, pero no debería ser este el objetivo de la obra, porque es una gran inversión que se pudo haber utilizado en otro tipo de infraestructura”.

¿De acuerdo con lo que se conoce hasta ahora del proyecto ayudará a la movilidad en la ciudad de Puebla?

-Será mínimo, porque el origen y el destino será el mismo, no será detonante, no. Sí lo habrá pero no será determinante, como sí lo es el periférico sur, ese sí es de alto impacto, y es una vialidad que nace activa, incluso va detonar el crecimiento de la parte oriente desafortunadamente, pero detonará crecimiento, si pensáramos esta vialidad hacia la parte norte para resolver el problema de la autopista con el acceso a Puebla, ahí sí tendría un gran beneficio, pero así como los estamos viendo, lo que ya teníamos de acceso a la ciudad ya no se va a incrementar.

“Puede ser que para la gente que venga de visita a Puebla el acceso a la altura del estadio Cuauhtémoc tenga un mayor impulso, pero en general la obra no será un detonante, ni tendrá un gran impacto”.

¿Desde su punto de vista como especialista, considera que hubo la planeación necesaria para la realización de la obra?

-No. Al momento de que nosotros lo estamos viendo como un elemento aislado en el desarrollo de la ciudad. Están pensando en generar infraestructura, y resuelve una situación pero no se conoce un sistema de ciudad, un sistema de vialidades que tenga una estructura de movilidad, de traslado, de intercomunicaciones, de jerarquía de vialidad, eso no se tiene, es sólo un elemento aislado, y por ello se puede notar que no hay una proyección a largo plazo.

“Destaca también que no se está considerando que la zona de Los Fuerte y del Mausoleo a Ignacio Zaragoza es considerada una zona para la recreación y por tanto se debió dar prioridad a los peatones, y con la nueva gran vía será aún más complicado que ahora transitar a pie por esa zona”.

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Afecta la vista arquitéctonica

Foto: Joel Merino.

El maestro Carmona expone que con la construcción de esta obra se podría dañar la vista que los visitantes de Puebla tienen actualmente en la zona donde se encuentra el Arco de Loreto, pues desde ahí se pueden apreciar las cúpulas de las principales iglesias de la ciudad, así como una estupenda panorámica del trazo de las calles y de la construcción de las antiguas viviendas.

Dice que esa vista de la ciudad no sólo tiene un aspecto arquitectónico, sino además contribuye a la construcción de la identidad de los poblanos, lo cual es muy importante para la ciudad, y con la obra esto se modificará definitivamente.

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Una obra que concluirá en embotellamientos vehiculares

Al concluir la serie de puentes elevados, la obra tendrá un paso deprimido en el cruce con el Bulevar 5 de Mayo, zona en la que está enterrado un puente y se han encontrado importantes vestigios históricos, y que será modificada definitivamente con la obra.

El especialista advierte que si no toman las medidas necesarias, el flujo vehicular se detendrá en la 2 Norte, y sobre el Bulevar 5 de Mayo en dirección al norte y al sur.

“En esta parte puede haber una mayor concentración vehicular. La incorporación hacia el Centro tendrá taponeamientos naturales pues no hay límites para la circulación. Se puede hacer una sincronización de semáforos, o bien cambiar la jerarquía vial, en este caso si la conexión es en un bulevar, éste debe tener la prioridad”.

Lo ideal, dice el académico, es que los puntos de atracción turísticos de la ciudad funcionen como tal, pero para ello habría que cambiar “la dinámica de uso, pero la jerarquía sea más peatonal”.

Finalmente, Carmona advierte que con la obra se modificará el paisaje de la ciudad de Puebla y adelanta que las obras arquitectónicas que se desarrollen en esta zona deberán incorporarse con las construcciones que permanecen, de lo contrario habrá una ruptura entre las construcciones, como la que actualmente se puede notar en donde se encuentra el Mcdonald’s de la 2 Norte y las viejas casonas que permanecen en los barrios del Centro Histórico.

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