En las entrevistas con los aspirantes al Senado de la República que cada miércoles ha presentado a ustedes Lado B, queda a la vista que en los partidos políticos las cosas han cambiado seriamente, y que los partidos están fracturados en sus cimientos.

Aquella unidad indestructible a la que nos tenían acostumbrados, hace mucho dejó de funcionar y ahora, candidatos, grupos y militantes, toman sus mochilas y se van a donde mejor convenga a sus intereses.

Hay dos asuntos que preocupan seriamente a los ciudadanos en Puebla. El primero se refiere al respeto al derecho a manifestarse de los ciudadanos. Ocurrió en Chignahuapan y los afectados no sólo fueron los manifestantes, sino también los periodistas que cubrían un desalojo de vecinos.

Las cámaras y las grabadoras se convirtieron, según el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno del Estado, Ardelio Vargas, en elementos que podían dañar a los agentes que participaban en el desalojo.

El segundo tiene que ver con las promesas que van y vienen cada vez que hay elecciones. Invariablemente, los candidatos de todos los partidos ofrecen transparencia, honestidad, cuentas claras y tranquilidad para los ciudadanos.

Con relación a la transparencia, y lo hemos documentado puntualmente, hay muchas trabas para solicitar información sobre el gasto público de gobiernos y entidades.

Costos, facultades de la Comisión de Acceso a la Información Pública, responsabilidades y sanciones para quienes no cumplan. En fin, falta una discusión mucho más seria para que la ley cumpla realmente con su cometido. Dar a conocer a los ciudadanos que lo soliciten la información del actuar de los gobiernos, partidos políticos e instituciones.