• La mitad de los que lograron un puesto laboral en el año están en la informalidad

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Puebla. En el último año la calidad y la disponibilidad de empleo en el estado muestra un panorama poco optimista: el desempleo aumentó en 26.9 por ciento, el porcentaje de trabajadores con acceso a instituciones de salud disminuyó en 6.1 por ciento y los salarios promedio cayeron en casi un punto porcentual, esto sin contar el repunte de la inflación.

Esa es la realidad que pintan las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el tercer trimestre del año dadas a conocer el pasado viernes.

Una realidad para la cual las políticas que en materia laboral y de desarrollo económico ha puesto en práctica la administración estatal que encabeza Rafael Moreno Valle desde hace ocho meses de poco han servido para atajar el problema, pues de 102 mil 908 desempleados que reportó el organismo en el primer trimestre del año, es decir en el arranque del nuevo gobierno, pasamos a 118 mil 431, un incremento neto de 16 mil trabajadores desocupados en lo que va del sexenio morenovallista.

Una cifra que podría ser mucho más alta de no ser por la válvula de escape que representa la economía informal.

El Inegi calcula que la tasa de ocupación en el sector pasó de 33.2 a 34 por ciento del total de la población ocupada, es decir que mientras a principios de año eran 748 mil 864 los trabajadores en ese sector, a finales del septiembre el número se elevó a 794 mil 578.

Esto significa que de los 81 mil trabajadores que se incorporaron a la fuerza laboral entre el primero y el tercer trimestre de 2011 y encontraron empleo, poco más de 45 mil lo hicieron en la economía informal.

Cierran negocios

En el último año el comparativo entre 2010 y 2011 revela también un incremento del 36 por ciento de las personas que se vieron obligadas a dejar o cerrar sus negocios propios al pasar de 2 mil 932 casos a 3 mil 992 en el periodo.

En ese mismo lapso de tiempo aumentó el número de trabajadores que reciben entre menos de uno y hasta dos salarios mínimos, es decir aquellos que se encuentran en la línea de pobreza que marca el Consejo Nacional de Evaluación a las Políticas Públicas (Coneval), al pasar de 1 millón 44 mil a 1 millón 83 mil.

El otro repunte en cuanto a la remuneración medida en salarios mínimos se dio entre aquellos que perciben más de cinco salarios al pasar de 125 mil 507 a 126 mil 485 en un año.

Los números a la baja se dieron en las categorías intermedias (entre 2 y 3, y hasta 5 salarios mínimos. Ahí el porcentaje cayó entre un 11 y un 15 por ciento.

Mientras que el “Ingreso promedio por hora trabajada de la población ocupada” pasó de 23.4 a 23.2 pesos de acuerdo a la medición oficial.

Comparando

En el comparativo nacional el mercado laboral poblano se ubicó como el cuarto que mayor problemática presenta y estas son sus características:

Fuente: Inegi