• La marca del Chepo queda en diez victorias, 4 empates y una derrota

Imagen: Femexfut.

Xavier Rosas

@wachangel

Al parecer la sentencia estaba dictada al término del primer tiempo, ya que la oportunidad para que las dudas desaparecieran sobre un conjunto tricolor que ganaba a la escuadra Verde Amarela por un autogol de David Luiz, podían desaparecer del ya conocido “ya merito les ganamos” que la Selección Mexicana suele regalar en sus partidos; y es que la pesada historia que carga nuestro futbol volvió a sentirse sobre la espalda de los nacionales, y Guardado, en esta ocasión, fue el encargado de silenciar a la afición al sumar un penalti más en los cobros fallados del tricolor.

La escuadra nacional se presentó al encuentro contra Brasil, partido que inició pasadas las 20:30 horas en Torreón, Coahuila la noche de este martes. Los dispositivos de seguridad resguardaban el estadio Lagunero para evitar que sucedieran eventos como los del pasado 20 de agosto, cuando una balacera en las inmediaciones del recinto ensombreció la jornada.

La expectación de lograr que el conjunto del “Chepo” de la Torre continuara invicto causaba revuelo entre los que asistieron al estadio y quienes observaron por televisión el encuentro; sin embargo, el resultado final pareció no sorprender mucho a la afición e hizo recordar que al tricolor aún le pesan los “momentos decisivos” cuando puede sentenciar un encuentro.

Fue al minuto 10 cuando la Selección Mexicana se fue al frente en el marcador luego que Pablo Barrera hiciera un desborde por la banda derecha y centrara para que algún compañero definiera; sin embargo el esférico se encontró con la barrida del defensa brasileño David Luiz, quien desvió el balón hacia el interior de su portería, marcando así el gol que encendió la esperanza de la afición mexicana.

Cuando faltaban escasos minutos para que concluyera la primera mitad, Giovani dos Santos filtró el balón al área rival, centro que no representaba mayor problema para el cancerbero brasileño, pero que terminó en penal debido a una carga ilegal que el defensa Dani Alves cometió contra Javier “Chicharito” Hernández.

La responsabilidad del cobro  de penal quedó en manos de Andrés Guardado, quien, luego de tomar una distancia considerable -demasiada pensaron algunos aficionados en esta redacción-, realizó  un disparo que no representó mayor problema para el guardameta Jefferson, quien abatió el penal.

La Selección Mexicana se fue a los vestidores al término del primer tiempo sabiendo que había fallado al “sentenciar” el encuentro, y salió para la segunda parte a ofrecer a la afición Lagunera un juego defensivo, aguardando que el silbante diera por finalizado el encuentro, a pesar que apenas había iniciado el tiempo complementario.

México ofreció media hora más de pases en media cancha, y Brasil comenzó a sacar su poderío y temple para estas ocasiones. Por momentos atacaba a la escuadra tricolor sin conseguir la anhelada anotación, pero siempre mostrándose agresivos, logrando arrinconar a la escuadra aún invicta “del Chepo”.

Los movimientos del “Chepo” de la Torre no se hicieron esperar luego que apareciera quien fuera la figura del Barcelona algunos años atrás. Ronaldinho , el astro sudamericano marcó el empate tras el cobro de una falta a las afueras del área y  un Oswaldo Sánchez mal situado en su marco. En el partido homenaje del cancerbero mexicano, su marco no quedó inmaculado, y el recuerdo de los ya conocidos errores de la selección salieron a la luz.

Cinco minutos después, el delantero brasileño Marcelo le recordaba a la afición mexicana que los sueños son sólo eso, y que la realidad sería que el invicto del “Chepo” terminaría esa noche en el estadio de Santos Laguna y que los temidos penaltis continúan haciendo temblar las piernas de los jugadores mexicanos.