• El número de manifestantes crece y se propaga por varios estados

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Lado B

Las redes sociales han logrado dotar de fuerza a movilizaciones ciudadanas. Este fin de semana salieron a las calles los “indignados” de Estados Unidos, contingente que rechaza los mecanismos que el gobierno ha emprendido para el rescate de Wall Street y la tasa de desempleo (9%) que actualmente prevalece en el vecino país del norte.

Sin embargo no sólo este fin de semana han salido a las calles para reclamar estas medidas de la administración de Barack Obama, ya que desde el pasado 17 de septiembre se han mantenido en las cercanías del edificio ícono monetario del mundo, con la intención de ser escuchados.

En un inicio la protesta hizo creer a los medios internacionales que sería cuestión de unas semanas o incluso días los que permanecerían aquellos “indignados” en las cercanías de Wall Street, sin embargo, desde que inició la movilización el contingente ha ido creciendo, así como el descontento de un gobierno que no ha cumplido con las expectativas que tenían los votantes al elegir a Barack Obama, lo cual podría significarle la pérdida de la reelección.

Lo más interesante del asunto es que las redes sociales han jugado un papel importante para que las movilizaciones adquieran mayor dimensión; no sólo por su poder de convocatoria, sino porque generan cohesión y orden social.

Boston, Chicago, Los Ángeles, Nuevo México; la lista comienza a crecer así como el número de los “indignados”, y es que tras la detención de 700 manifestantes este fin de semana, todo parece indicar que el movimiento que inició con una centena de ellos que acamparon en Wall Street y un cierto “desorden” como publicaron algunos medios, podría representar un punto central para las elecciones presidenciales que se avecinan en Estados Unidos.

Asimismo, activistas y artistas estadounidenses se han sumado a la protesta, y el contingente crece al igual que la demanda principal “el arresto de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal norteamericana, por el inapropiado uso del erario público para salvar a los bancos”.

“Que se escuche la voz del 99 por ciento del país y no la del 1 por ciento que sigue enriqueciéndose”, es una de las consignas principales del movimiento.