Preocupante situación de los presos del Amate en Chiapas

25 de octubre, 2011

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Alberto Espinosa

Amnistía Internacional emitió un comunicado para llamar a las autoridades federales y del estado de Chiapas a revisar a fondo los casos de los y las presos indígenas del CERSSS No 5, en San Cristobal de las Casas que iniciaron el pasado 29 de septiembre una huelga de hambre o ayuno de doce horas diarias (de acuerdo a su estado de salud). Rosario Diaz Méndez, Pedro López Jiménez, José Diaz López, Alfredo López Jiménez, Alejandro Diaz Santis, Manuel Heredia Jiménez, Juan Diaz López, Alberto Patishtán Gómez, Andrés Nuñez Hernández, Rosa López Diaz y Juan Jiménez Pérez realizan estar protesta para exigir un mejor trato en prisión. Distinto grupos de la sociedad civil exigen su liberación inmediata ya que los casos de todos están llenos de irregularidades y abusos: detenciones sin ninguna orden de aprehensión, denuncias de tortura, etc. Mientras que en prisión, los presos han denunciado falta de atención médica, mala alimentación, condiciones insalubres, falta de medicamentos, mal trato por parte de las autoridades penitenciarias, régimen de hacinamiento, etc. Inclusive, muchos de ellos padecen distintos problemas de salud.

Preocupa en particular el caso del profesor Alberto Patishtán Gómez, cuya salud se encuentra muy deteriorada pues padece glaucoma y no ha recibido la atención adecuada, al punto que podría perder la vista de acuerdo a distintas denuncias públicas. Preocupa además, que Patishtán fue trasladado el pasado 20 de octubre a un penal en Guasave, Sinaloa, a dos mil kilómetros de donde se encuentran sus familiares y amigos quienes difícilmente podrán visitarlo. El traslado del profesor Patishtán parece ser una represalia por su huelga de hambre y su lucha de hace ya varios años para exigir un trato digno en prisión para él y sus compañeros.

Los huelguistas de hambre han recibido distintos tipos de intimidación para interrumpir su protesta. Entre otras cosas, se ha amenazado a Rosa López Díaz con separarla de su pequeño hijo, a otros se las ha amenazado con alimentación forzada. Tanto a Patishtán como a sus compañeros se les acusa de delitos muy graves: homicidio, secuestro, etc. No hay pruebas de ello, y organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) han insistido en su inocencia. Por otro lado, las irregularidades del proceso, como la falta de acceso a un traductor al momento de rendir su declaración, debilitan aún más el caso contra ellos.

Urge que el gobierno de Chiapas y el federal investiguen su situación. No se puede decir, como se ha querido hacer ver, que el gobierno de Chiapas está a la vanguardia en la protección de los derechos humanos cuando en el estado están sucediendo semejantes atrocidades. Para el Grupo 72 de Amnistía Internacional resulta urgente que se regrese al profesor Patishtán a Chiapas y que se le atienda de manera adecuada su enfermedad, que se atiendan las demandas de los demás huelguistas y que se revisen a fondo sus casos, con trasparencia y evitando represalias por motivos políticos. Sus procesos deben llevarse de acuerdo a estándares internacionales, apegándose a la justicia y al trato digno. El caso de los presos del Amate (como se les ha llamado pues se encontraban en un principio en dicha prisión) echa luz sobre la terrible situación de los presos en este país, muchos de ellos, de manera injusta y arbitraria. Seguiremos insistiendo en la necesidad de que exista una real procuración de justicia en este país, sin ella no se podrán resolver los graves problemas que atraviesa nuestra sociedad.