Josué Mota

@motajosue

Con un testigo de oídas, la Policía Estatal, a cargo del secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, intenta inculpar a un hombre por el doble homicidio de unas mujeres ocurrido en septiembre pasado; actualmente, Miguel Muñoz, el señalado por las autoridades, se encuentra arraigado en el motel Jacarandas y su abogado ni siquiera ha podido conocer el expediente de la averiguación previa.

La hija de Miguel Muñoz, Ludwika Muñoz Escalona, narró que su padre se dedica a la compra-venta de chatarra y el pasado 26 de septiembre policías estatales llegaron a su casa, ubicada en la colonia Lázaro Cárdenas, y lo detuvieron junto a uno de sus sobrinos y su hijo. Los mantuvieron detenidos ilegalmente en las instalaciones de la Policía Estatal durante dos días, y posteriormente liberaron al hijo y al sobrino.

Posteriormente, Miguel Muñoz fue puesto a disposición de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) que decidió arraigarlo para investigarlo, pese a que no había sido detenido productos de investigaciones ministeriales, sino de policías estatales.

Ludwika Muñoz denunció que durante todo este tiempo el abogado de oficio de su papá no ha podido conocer por completo la averiguación previa que se está integrando, pero el defensor les ha dicho que la única acusación que existe en su contra es un señalamiento de otra persona que se encuentra arraigada de nombre José Luis Rosas Vivanco, que es vecino de la colonia Lázaro Cárdenas.

Dijo que sabe que es probable que su padre sea consignado pero dijo que hasta ahora no ha tenido oportunidad de defenderse legalmente y por el contrario, ha sido torturado. Incluso comentó que otra persona que estaba detenida por el mismo doble homicidio, Roberto Galindo, ya fue liberado tras determinarse que no tiene relación con el crimen.

“No quiero pensar que el gobierno se quiera llenar de gloria con la detención de personas inocentes”, señaló Ludwika quien hizo un llamado al procurador de Justicia, Víctor Carrancá Bourget, para que el caso de su padre sea revisado, pues no existe ninguna prueba de su participación en el homicidio.

Dijo que el día en que ocurrió el doble homicidio se encontraba trabajando y que hay testigos de ello, pero no han podido ofrecer esas pruebas de inocencia debido al arraigo.

Ludwika señaló que pese a que se han interpuesto quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el organismo no ha intervenido, aún cuando se denunció que su padre había sido torturado para intentar que se inculpara del delito.

Foto: Joel Merino