• Entre un escalofrío que cala los huesos y los remedios de expertos en «borracheras»

• El consumo de alcohol en México es aproximadamente 40 por ciento mayor al promedio mundial

El Gato Pachón.

Lado B

Si abrir un ojo le provoca dolor, siente que el estómago intenta salir por su boca, la luz brillante lo trastorna como si fuera gremlin, tiene la boca reseca y pastosa, y todo su cuerpo, aun en posición horizontal, le tiembla, malas noticias: a usted le deparan varias horas de cruda.

La cruda o resaca, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, es aquel “malestar que padece al despertar quien ha bebido alcohol en exceso”, aunque diversas investigaciones indican que “todavía no está claro por qué el alcohol tiene el poder para hacer sentir tan mal a quien lo consume al día siguiente”.

Los médicos dicen que cuando usted tiene una resaca intensa con frecuencia está muy deshidratado y el organismo no puede deshacerse de los productos secundarios para metabolizar el alcohol.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) de Estados Unidos, algunos de los síntomas de la resaca pueden ser:

• Sed.
• Fatiga.
• Debilidad.
• Dolor de cabeza y muscular.
• Irritabilidad.
• Náuseas, vómitos y dolor de estómago.
• Mareo.
• Sensibilidad a la luz y al sonido.
• Menor capacidad de concentrarse y enfocarse.

Y es que las copas de más provocan irritación de la mucosa gástrica, aumento en el funcionamiento de riñones en su intento por eliminar la toxina (por eso las constantes visitas al baño), entre otras afectaciones.

Lo que inhibe los síntomas y fomenta la recuperación del organismo es la ingesta de líquidos (sin alcohol), el consumo de alimentos que no contengan picante y una larga siesta, sobre todo. Asimismo, ingerir bebidas como Gatorade o Powerade ayudan a reemplazar los electrolitos perdidos luego de la ingesta de alcohol.

Aquí les presentamos algunas sugerencias para hacer llevaderas las mañanas de este “puente patrio”, aunque sin duda lo más recomendable es no excederse (ajá).

Durante la fiesta

• Tomar al menos tres vasos de agua a lo largo de la noche.
• Tomar un vaso de agua y dos aspirinas antes de dormir.
• Comer alimentos ricos en grasas disminuye la absorción del alcohol.
• Tratar de no mezclar diferentes tipos de bebida.
• No beber grandes cantidades de alcohol rápidamente. Si lo hace, el hígado se ahoga en alcohol y el alcohol se absorbe más rápidamente.

Para la cruda

• Huevos: contienen cisteína que ayuda a estabilizar las toxinas que causan la resaca.
• Agua: añadiendo sal y azúcar se ayuda al cuerpo a reponer el sodio y glucógeno perdido.
• Zumo de frutas: la fructosa ayuda a aumentar la energía del cuerpo y ayuda a deshacerse de las toxinas rápidamente.
• Plátanos: contienen potasio y ayudan a reponerle al cuerpo ese mineral.
• Medicamentos: sin cafeína ni acetaminofén.
• Dormir.

Recomendaciones alternativas de Lado B

• Huazontles.
• Chilaquiles picosos y una rusa bien fría.
• Mole de panza y chela.
• Pastillas para la cruda: Metasin.
• Dos sal de uvas plus con agua mineral.
• Memelas y una coca fría.
• Licuado de chocolate con mucho hielo y dos aspirinas.
• Caldo de camarón y dos chelas.
• Una coca fría, dos aspirinas, Gatorade, memelas y mucho fubtol en la tele.
• Tres chelas.
• Una piedra: tequila, anís dulce y angostura.
• Mantenerse borracho.
• Pedialite y Ensure fríos.
• Michelada y mole de panza.
• Agua mineral con alkaseltzer, o una Bonafina bien fría.
• Clamato y birria o un cucharadita de miel.

Entre la celebración y un problema de salud en México

De acuerdo con datos del Programa contra el Alcoholismo y el Abuso de Bebidas Alcohólicas  2011-2012, el alcoholismo representa uno de los factores de mayor riesgo en toda América, especialmente en países de ingresos medios de Latinoamérica. Entre ellos destaca México, ya que su consumo de alcohol es aproximadamente 40 por ciento mayor que el promedio mundial.

En dicho documento, revela que el  valor promedio de consumo per cápita de alcohol, ponderado por población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2008 (ENA-2008) en cl Continente Americano, “es de 8.7 litros, lo cual está muy por encima de la media global de 6.2 litros de consumo per cápita”.

Dicha encuesta reveló que en México más de 4 millones de mexicanos presenta abuso o dependencia al alcohol; de los cuales casi tres y medio millón son hombres y poco más de medio millón son mujeres.

Y es que el patrón de consumo típico en el país es de “grandes cantidades por ocasión de consumo” – 5 copas o más para hombres y 4 copas o más para mujeres-, de estos datos, destaca que más de 26 millones de mexicanos entre 12 y 65 años beben de esta forma y su frecuencia de consumo es de “menos de una vez al mes”; sin embargo, más de 3 millones de mexicanos  beben grandes cantidades una vez a la semana; a estos últimos se les reconoce como “consumidores consuetudinarios”.

El consumo consuetudinario es más frecuente entre hombres que entre mujeres en México en una proporción de 5.8 hombres por cada mujer. Sin embargo, actualmente esta manera de beber en mujeres está aumentando especialmente en adolescentes de entre 12 y 17 años en comparación con hombres en este rango de edad; lo que representa  que las mujeres adolescentes están siendo un foco importante de promoción del consumo y abuso del alcohol.

En México, el grupo de edad que muestra los niveles más altos de consumo es el de 18 a 29 años y los niveles descienden conforme aumenta la edad.

En Puebla los resultados que arrojó la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, revelan que en el abuso y dependencia del alcohol por entidad federativa, en el caso de los hombres, el estado se encuentra en el cuarto lugar (14.8%), y en  las mujeres la entidad ocupa el lugar 22 (1.4%).

Sin embargo, a nivel nacional la entidad ocupó el onceavo lugar en consumo de bebidas embriagantes, al registrar más de 7 mil casos durante 2008.

Rusas en la cama de un reportero

Según he escuchado de algunos doctores, de amigos, pero sobre todo en mi propia experiencia (que es mucha en este ámbito) he podido darme cuenta que en realidad no existe remedio contra la cruda. Nada la cura, pero sí hay algunas cosas que ayudan a no pasarla tan mal y considero que lo primero que hay que hacer al levantarse y sentir la boca pegajosa, tener dolor en las articulaciones (reuma alcohólica), un poco de dolor de cabeza es tomarse una rusa.

La verdad pese a su sencillez o quizá por ella, la rusa es de las mejores bebidas que se ha inventado. Cómo se prepara un rusa: lo primero es  escarchar bien el vaso y utilizar suficiente limón que se verterá sobre hielo que ya se encuentra en el vaso; no hay que olvidar llenar el recipiente con agua mineral fría. Hasta donde tengo entendido la sal ayuda a la retención de líquidos, lo cual es de mucha ayuda porque la cruda se debe en buena parte a la deshidratación que provoca beber demasiado alcohol.

Es importante no tomarse de un tirón la rusa porque puede vomitar, lo que hará su cruda aún más desagradable.

Ya sé que muchos dicen que hay que ir a los caldos, birria, consomés pozoles, etcétera; pero creo que tras tomarse un par de rusas lo mejor que se puede hacer es dormir, esto casi siempre alivia los dolores de cabeza; recuerde que  las crudas serán más intensas entre menos duerma.

Es cierto que hay que comer algo pero no muy pesado y de preferencia no muy picoso porque tras ingerir mucho alcohol el estomago queda muy sensible porque el alcohol es un irritante. Coma algo ligero sin mucha grasa y no coma mucho porque también puede vomitar.

En algunas ocasiones y dependiendo del alcohol con el que se haya embriagado, conviene tomar una cerveza después de las rusas y después también de comer. La cerveza suele provocar cierta estabilización si la cruda le ha dejado los nervios crispados o con mal pulso. Claro, la cerveza siempre representa la tentación de seguirse de largo y convertir la cruda en una nueva borrachera que por cierto es una manera rápida de cortar la cruda pero no es muy recomendable porque tras dos días seguidos de borrachera sus sistema nervioso seguramente quedará muy alterado.

Suerte con su cruda y no olvide guardar una agua mineral, hielos, limones y sal la noche del 15, porque seguramente todas las tiendas cercanas a su casa estarán cerradas el 16. (JM)

Entre relajarse y agarrar la borrachera para festejar

Aunque para algunas personas consumir bebidas alcohólicas significa sólo “una forma placentera de relajarse”, existen trastornos que esta práctica puede llegar a generar en el organismo.

De acuerdo con la American Psychological Association, para la mayoría de los adultos el consumo moderado de alcohol -no más de dos bebidas por día para los hombres y una para las mujeres y personas mayores, – es relativamente inofensivo; sin embargo, la ingesta en exceso de estos productos pone en peligro no solamente la vida de quien los consume, sino la de los demás, ya que los problemas con el alcohol también tienen un impacto negativo en la salud mental: “el abuso de alcohol y el alcoholismo pueden empeorar condiciones existentes como la depresión o provocar nuevos problemas como la pérdida grave de memoria, la depresión o la ansiedad”.

Los efectos a corto plazo por el consumo de estas bebidas incluyen pérdida de memoria, resaca y amnesia alcohólica, y a largo plazo pueden generar trastornos estomacales, problemas cardíacos, cáncer, daños cerebrales, pérdida de memoria grave y cirrosis hepática.