Lado B
Universidad y entorno que la permea
 
Por Lado B @ladobemx
13 de septiembre, 2011
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Dr. Gonzalo Inguanzo Arteaga

El viernes pasado y dando respuesta a un esfuerzo del Campo Estratégico de Acción, Modelo y Políticas Educativas, que busca, a través las universidades del Sistema Jesuita Mexicano, incidir en las políticas públicas en materia educativa, se reunió un grupo de investigadores de las universidades que pertenecen al sistema anteriormente señalado, con el primer objetivo de reflexionar y decidir qué temáticas tendrían un alto nivel de importancia y que deberían ser investigadas en relación al nivel de educación superior.

El abordaje de las posibles temáticas puso sobre la mesa que en los últimos 15 años la educación superior mexicana ha mostrado algunas tendencias básicas: se nota un crecimiento importante en la matrícula total en el nivel de educación superior, se constata la aparición y aumento progresivo de muy variadas instituciones con propuestas formativas con nuevas formas de entender la educación superior y también de un importante crecimiento cuantitativo en lo referido a las instituciones en el ámbito de lo privado. Estos elementos y otros más han ido marcando la importancia de cuestionarse hasta qué medida los cambios operados en el nivel de educación superior están transitando por derroteros viables o si sólo hemos ido respondiendo a un entorno demandante sin que exista seguridad en cuanto a cómo se están dando los cambios.

Ante la pregunta de ¿cuáles pudieran ser las temáticas de una investigación que implicara no sólo a las universidades del Sistema Jesuita Mexicano sino que permitiera integrar investigadores de otras universidades, sin importar si eran del sector público o privado?, fueron surgiendo temáticas variadas dentro de las que se pueden destacar las siguientes: visión y misión de la educación, modelos de organización y gestión institucional, reformas curriculares, desarrollo de competencias, disciplinariedad y transdiciplinariedad, diversificación de las modalidades educativas, formación de docentes, financiamiento y disminución de costos, la universidad en su reorganización interna para tener un impacto en el contexto en donde está anclada sin perder de vista la pertinencia social de la institución educativa, acceso y cobertura, responsabilidad y compromiso social, continuo educativo, entre otras más.

Después de una reflexión profunda, el grupo de investigadores reunidos decidieron abordar dos temas centrales pero que no serán entendidos como temas sino como núcleo que permite aglutinar temáticas a manera de red de problemas y estos fueron “el impacto social de las universidades” y “financiamiento y equidad en la educación”

Valorando la similitud de los temas abordados y seleccionados para una futura investigación, y sin dejar de reconocer que son inobjetablemente pertinentes e importantes, lo que pudiéramos señalar es que sin importar los avances que se puedan presentar, se advierte que en materia de educación, y en particular del nivel de educación superior, los cambios experimentados en la última década marcan el principio de innovaciones y reestructuraciones que han de llevar al país a una nueva preparación para responder a los desafíos de la sociedad del conocimiento del siglo XXI. A fin de cuentas, esto tiene que ver con la capacidad de brindar al conjunto o la mayoría de los ciudadanos las condiciones de una inserción o reinserción socio cultural más allá de lo profesional.

Acercarnos al reto de investigar lo que sucede en educación superior, de aproximarnos a la realidad de lo que se vive al interior de la “universidad”, pasa por acertar que en éstas conviven diversas tensiones, tanto en sus relaciones internas como con el entorno en la que se anclan. Al escuchar a cada uno de los investigadores asistentes se acepta como normal la existencia de ideas de desafío, riesgo, complejidad e inestabilidad.

Un primer paso es reconocer que no debemos evitar esta situación, todo lo contrario, es indicio de desarrollo, de progreso, de cambio. Aceptar esto significa que admitimos el desafío de reconstruir la universidad para que ella nos ofrezca un flujo continuo de reinterpretaciones sobre nuestras historias para añadirlas a los que ya tenemos sobre el mundo y nos permita retroproyectarla a un mejor futuro.

Al final todos sonreían y aceptaban el reto de repensar la universidad, eso en sí mismo lo considero como un avance de suma importancia.

*El artículo expresa la opinión personal del autor, que es académico de la Universidad Iberoamericana Puebla

*Este texto se encuentra en: http://eirculodeescritores.blogspot.com

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