Lado B
Las sexografías de Gabriela Wiener
Por Lado B @ladobemx
08 de septiembre, 2011
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Wiener: «La intervención de los padres a veces te salva la vida»

Entrevista de NÚRIA ESCUR publicada en el diario catalán La Vanguardia

A Gabriela Wiener, de natural provocadora, le gusta que la llamen “periodista kamikaze”. Nacida en Lima en 1975, es una destacada voz gonzo de la crónica latinoamericana. Tras Sexografías, presenta ahora Nueve lunas (Mondadori), donde explora los mitos de la procreación. Wiener se entera de que está embarazada en el peor momento: está en una cama de hospital, una de sus amigas acaba de suicidarse, a su padre le detectan un cáncer de colon y ella se queda sin trabajo. En literatura es brutal, descarnada, atrevida, disecciona cuanto le pasa por delante. En la vida, curiosamente, tímida y vulnerable. Wiener se atreve a escribir lo que muchos ni siquiera se atreverían a pensar.

¿La maternidad era como esperaba?

Era lo que me temía. Exposiciones, cine, teatro… es lo primero que pierdes. La vida social se ve enormemente alterada.

¿Su literatura es tan destructiva porque, en el fondo, es una gran sentimental y no quiere que se note?

Pues sí. Y extremadamente tímida. En el libro no hago más que resistirme al embobamiento ante un bebé hasta que caigo conquistada por la experiencia.

¿Irónica como protección?

Y algo cínica. En mi obra siempre hay una parte de exhibición de mi intimidad, de decir «esta soy yo, ¡mátenme ya!». Ahora he querido abordar el mundo oscuro de la maternidad, cosas de las que nadie quiere hablar. Siempre he rechazado el lugar común.

¿Tiene algún límite verbal?

Buena acotación: límite sí, verbal no. Cuento lo que me ocurre y mi límite sería mentir. Siempre fui narradora oral de mis experiencias hasta que me di cuenta de que no podía contarle todo a mi compañero. Escribir fue la llave.

Su admirado Philip Roth dice que siempre hay que guardar un secreto para no escribirlo.

A mí me quedan miles. También yo tengo mi pudor, tengo a quien respetar, tengo ante quien callar, tengo de quien ocultarme…

¿Hay algo que le asuste?

La muerte y el mar. Con la maternidad se multiplica el primero.

Dice usted que el umbral del dolor en la vida lo mide el umbral del dolor en el parto.

Tal como eres en el parto, eres en la vida. Yo, una absoluta cobarde.

El título, Nueve lunas,le apareció en una web de sexo.

Nadie habla de eso, pero existe, es el género porno para embarazadas. La embarazada siempre es vista como algo sagrado, virtuoso, nadie cuenta que también te masturbas y haces el amor. Bien, yo reconozco que me excitaba viendo a otras mujeres embarazadas por la pantalla.

También considera la lactancia como un acto sexual.

Dar el pecho es eminentemente físico, te vuelve loca, a mí me tenía absolutamente erotizada. Eso es porno doméstico.

¿Qué opina del debate del aborto a los 16 años?

Si mi madre no hubiera intercedido para que abortara yo, ahora tendría un hijo de padre drogadicto. A veces, la intervención de los padres te salva la vida.

Es donante de óvulos. ¿Piensa que podría cruzarse un día con un hijo suyo sin saberlo?

Fantaseé mucho con ello. Ahora ya no me obsesiona.

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