Lado B
En el Centro Histórico, ¡cuídese!
Dicen autoridades municipales que hay menos delitos pero más violentos. Conozca las 10 colonias más peligrosas
Por Lado B @ladobemx
05 de septiembre, 2011
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  • En colonias como Bosques de San Sebastián, San Manuel, El Carmen, el Barrio de Santiago, La Paz, Humboldt, Loma Linda, Prados Agua Azul y Santa Cruz Buena Vista (Zavaleta) se concentra la mayor incidencia delictiva

  • Las autoridades aseguran que se comete el mismo número de delitos en proporción poblacional que hace 50 años; pero reconocen que son más violentos

Foto tomada de: losbastones.com.mx

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Desde el 2005 el Centro Histórico es la zona de la ciudad con la mayor incidencia delictiva en la capital del estado de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), lo que revela que el cambio de administraciones y colores partidistas no han servido para modificar esa situación.

El reporte más reciente que va del 15 de febrero al 15 de octubre, entregado tras una solicitud de información, da cuenta de que en esa zona los delitos de mayor incidencia son el robo a transeúnte, robo a negocios, robo de vehículo y robo a interior de vehículo.

Hace unos días el portal de noticias e-consulta informaba que, de acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), el Centro Histórico poblano es la zona de mayor incidencia en materia de delitos contra el patrimonio de las personas, sobre todo en lo referente a robo, robo a comercio y fraude.

Al respecto, el director del Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI), Eduardo Vázquez Rossainz, aseguró sin ofrecer datos duros que en los últimos meses se ha disminuido el número de ilícitos pero ha aumentado la violencia de los actos delictivos.

Entrevistado por Lado B el funcionario reconoció también que el 70 por ciento de los delitos que se cometen en el estado se concentran en la zona metropolitana, por lo que se puede inferir con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública que en la capital del estado se han denunciado de enero a julio 31 mil 497 delitos, de los cuales 13 mil 092 fueron asaltos; esto significa 149 ilícitos diarios: 62 fueron robos en sus varias modalidades.

Foto tomada de: rcmultimedios.mx

Vázquez Rossainz informó también que los delitos que más se cometen en la capital del estado son el robo a transeúnte, robo a casa habitación y robo de vehículos, en ese orden.

Y son el Centro Histórico, Bosques de San Sebastián, San Manuel, El Carmen, el Barrio de Santiago, La Paz, Humboldt, Loma Linda, Prados Agua Azul y Santa Cruz Buena Vista (Zavaleta), las diez colonias en donde se concentra la incidencia delictiva en los primeros siete meses de la administración que encabeza Eduardo Rivera Pérez.

David, su compañero de trabajo, el tuitero y los que se sumen

Hace más o menos un mes asaltaron a David. No era la primera vez que recorría esas calles. Con cierta frecuencia al salir de su trabajo, ubicado en Huexotitla, atravesaba la colonia Chulavista. Esa tarde iba hacia Volcanes, a la misa de un amigo recientemente fallecido. Eran casi las 7pm y apuraba el paso por la 35 poniente, entre 3 y 5 sur, cuando vio venir a dos tipos. Tuvo un mal presentimiento que desechó calificándose de prejuicioso y continuó avanzando, aunque agarró con más fuerza su mochila. Instintivamente David miró sus manos: uno de ellos traía un desarmador, entonces lo supo: “me van a asaltar”. En cuestión de segundos se le acercaron. “Cáete, cáete”, le dijeron y trataron de jalar la correa de su mochila. Él se resistió. Entonces vio la navaja que un sujeto empuñó tres veces en su contra, aunque nunca consiguió herirlo. “Quién sabe de dónde saqué fuerzas y los arrastré a la calle –cuenta David-; y comencé a gritar me están asaltando”. En esos momentos un auto pasó y “echó las luces”. Los sujetos huyeron llevándose su celular y el nextel (de su trabajo).

De inmediato se le acercó una vecina, quien después de escuchar su relato le confesó que situaciones de ese tipo ya eran frecuentes en la zona. “Al menos tres asaltos en dos semanas”, dijo la señora y aunque ya dieron el reporte a las autoridades, “no pasan más patrullas”.

Lo siguiente fue llamar al 066 y pedir ayuda. Narró lo sucedido, dio la descripción de los delincuentes –camisa tipo polo y pantalones de mezclilla con restos de grasa, como de taller mecánico- y la dirección exacta donde se encontraba. Le dijeron que llegaría una unidad de la Policía. A los 15 minutos efectivamente pasó una patrulla pero llevaba la torreta apagada y a pesar de que David le hizo señas no se detuvo. Pasaron otros 30 minutos cuando pasó otra que sí se detuvo y hasta ofreció hacer un recorrido para encontrar a los tipos. Aunque habían pasado 45 minutos desde el asalto, y cualquiera con un suspiro de sentido común sabe que los ladrones no estarían esperando ser capturados a la vuelta de la esquina, David accedió ir a buscarlos. Por supuesto no los encontraron.

Ya en el MP el procedimiento fue rápido, el de rutina.

Desde entonces David (28 años) tiene más cuidado. “Ya no ando tan confiando en las calles y ya no me meto en esas callecitas que aunque son de colonias aparentemente tranquilas, de clase media o hasta media alta, siempre están solas”.

Un mes antes, aproximadamente, un compañero de David también fue asaltado. Sucedió en la colonia San Manuel. A él lo agarraron por atrás, un hombre y una mujer. Lo amenazaron con una pistola, lo amarraron, lo tiraron, le quitaron la cartera y sus teléfonos.

Hace una semana en Twitter, el mismo día (31 de agosto) en que el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas (@Ardelio_Vargas) tuiteaba: “Refrendamos el compromiso y seguimos en coordinación con los ayuntamientos, a favor de quienes viven o transitan por territorio poblano”; el usuario @EMZamarron denunciaba: “Hijos de puta! Acaban de robar a Lupita en #wallmart de hosp gral #Puebla ya estoy hasta la madre”.

¿Sentimientos compartidos? Seguramente.

 


Vea los delitos de mayor incidencia por zona dando click en las marcas del mapa; véalo ampliado

Se mantiene la tendencia

Se trata de una situación que no ha cambiado al menos desde 2005, en octubre del año pasado la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal daba a conocer que en esos cinco años las más de 60 cuadras que conforman el polígono reconocido como el Centro Histórico –que va de la 9 poniente-oriente a la 10 poniente-oriente y de la 7 norte-sur al bulevar 5 de mayo—, espacio reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1987, fue el sitio más peligroso de mayor incidencia delictiva.

La misma documentación oficial que se entregó tras una solicitud de información al amparo de la ley de transparencia señalaba que en el 2010 el delito de mayor incidencia fue el robo de vehículos, seguidos por el robo a casa habitación y el asalto a negocios.

Foto tomada de: investigacionesyseguridad.blogspot.com

Delitos que hasta la fecha, sumados al robo de transeúnte, se mantienen como los de mayor incidencia según reconoció en entrevista el titular del CERI, Eduardo Vázquez Rossains.

El reporte más reciente, entregado de nuevo tras una solicitud de información, revela que en el Centro Histórico el robo a transeúnte y el robo a negocios concentran el 71 por ciento de los delitos denunciados, otro 24 por ciento se lo reparten el robo de vehículo y robo a interior de vehículo.

La segunda zona más conflictiva en la ciudad es la Unidad Habitacional Bosques de San Sebastián, en este lugar el robo a transeúnte y el robo a negocios concentran el 55 por ciento de los delitos denunciados, otro 30 por ciento está repartido entre robo a casa habitación y robo de vehículos.

Pero mientras en las dos primeras zonas el principal problema es el robo a personas que transitan por las calles, en la Colonia San Manuel el principal problema es el robo de autopartes, ese delito representa el 27 por ciento del total de las denuncias presentadas, le siguen robo a transeúnte (24) y robo a negocio (24).

“Si intentas algo vas a valer madres”

Fue alrededor de las 15:30 horas cuando Jesús llegó a su domicilio ubicado en la colonia Villa Encantada. Aquella tarde de julio había decidido ir a comer a casa y después tomar una siesta; su esposa se encontraba en una reunión con amigas.

Aunque entró por la cochera, utilizando el control automático para abrirla, se percató de que la puerta de entrada estaba forzada y sospechó que alguien estaba adentro.

Apagó el coche y bajó su maletín de trabajo. Caminó unos pasos en dirección a la entrada de servicio. Abrió la puerta que comunica la cochera con la cocina y al subir los escalones sintió del lado izquierdo de su sien un objeto frío: una pistola. Una voz joven le ordenó permanecer en silencio y no moverse: “si intentas algo vas a valer madres”.

Se quedó inmóvil. Le gritó que se tumbara en el suelo y que dejara de verle el rostro. Jesús cerró los ojos.

El joven lo tumbó en el suelo de forma violenta, mientras él le pedía que no hiciera nada, que se llevara lo que quisiera. Escuchó pasos bajando las escaleras y miró “a ras de suelo”. Vio dos pares más de zapatos.

En ese momento lo amarraron de manos y pies. El mismo que lo encañonó le colocó una bolsa en la cabeza. La oscuridad lo hizo sentirse aún más indefenso.

Uno de ellos le comenzó a preguntar “¡¿Dónde guardas los centenarios?!”, mientras otro lo golpeaba con un objeto parecido a un pequeño bat. Jesús les dijo que no tenía centenarios. Lo patearon varias veces hasta sacarle el aire y continuaban amenazando y cuestionándolo: “mejor coopera o te va a cargar la chingada”, “¿quién vive aquí?”, “¿alguien va a llegar?”.

Después de que reiteradamente les dijo que no tenía centenarios y que se llevaran lo que quisieran, los sujetos le dijeron que no se moviera y que no fuera a intentar desamarrarse o gritar, “si lo haces te vamos a matar”.

Se quedó tumbado en el piso de su cocina, en total silencio mientras deseaba que no fuera a llegar su esposa o alguno de sus hijos.

De pronto escuchó el timbre. Sintió un temor muy grande. Oyó a sus agresores bajar las escaleras. Uno de ellos se tumbó en el piso, lo agarró del cuello y le preguntó “¿Quién es?”, “No sé”, contestó. El grito del repartidor de agua hizo que Jesús soltará un suspiro.

Después su atacante volvió a amenazar con matarlo si se levantaba y regresó con los demás delincuentes a la parte superior de la casa.

En realidad no supo cuánto tempo permaneció tirado, amarrado de pies y manos, encapuchado y sin poder moverse. Fue hasta que dejó de escuchar “por un buen rato” ruidos en su casa, cuando decidió moverse y desamarrarse.

Descubrió que lo habían atado con cables de luz. Subió las escaleras y notó que faltaba la televisión, el DVD, equipos de sonido, así como ropa, zapatos, dinero y joyas de su esposa.

No se llevaron su automóvil, aunque sí sus llaves. No levantó denuncia “por temor a meterse en más problemas”.

Cuenta su experiencia en voz baja, como si el miedo se mantuviera escondido en su voz, y la impotencia de saber que con sus más de 60 años no pudo defender sus pertenencias fruto de “toda una vida de trabajo”, que “en unas cuantas horas” desaparecieron sin “nada que pueda hacer”.

Tenemos los mismos delitos que hace 50 años: Rossainz

Entrevistado, Vázquez Rossainz sostuvo que en términos per cápita la incidencia delictiva que se vive en la capital poblana es la misma que se sufría hace 50 años.

Foto tomada de: cmhseguros.com

“Tienes el mismo número de robos a transeúnte, el mismo número de robos a casa habitación o autopartes en una tasa por cada 100 mil habitantes, que hace 50 años, lo que hoy tienes más es lesionados por arma blanca y arma de fuego, que es un problema que nos viene de fuera porque México no produce armas”.

Cuestionado por la situación que se vive en la capital del estado el funcionario aseguró que “la política municipal en materia de seguridad generó una reordenación y esto generó una incidencia general hacia abajo, con algunos picos hacia arriba. Hay también un factor migratorio, hiciste más seguras unas zonas y en otros casos tuviste un factor que hizo que creciera, que es el caso de Bosques de San Sebastián, cuando se recrudece el operativo de seguridad en el Centro Histórico la incidencia baja un 15 por ciento, pero se sube en Bosques. Metemos el Ejército a Bosques y se dispara en Chachapa, Amozoc y Tlaxcala”.

El funcionario aseguró también que con la salida de los ambulantes del Centro Histórico bajó la incidencia, “al hacer el operativo de limpieza y erradicación, cambio de imagen urbana y regulación comercial entonces la incidencia disminuye”.
Y aunque reconoció que se tiene una tendencia al alza en la materia, matizó al señalar que “también más gente está viviendo en Puebla”.

Acá el reporte completo que entregó la SSPTM que incluye 20 colonias y el desglose delictivo porcentual de cada una de ellas.

(Con información de Mely Arellano y Xavier Rosas)

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