• Hoy, son más las personas que no pueden ni comprar alimentos básicos

• Hay avance en servicios básicos, 527 mil poblanos más ya los tienen

• 153 mil poblanos que vivían en hacinamiento, dejaron de hacerlo

Foto: Joel Merino

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Entre 2008 y 2010 la pobreza en Puebla se radicalizó, por un lado disminuyó el número de personas en esa situación al reducirse de 64.7 a 61 por ciento de la población pero, por el otro, aumentó el número de aquellos cuyos ingresos no les permiten adquirir ni los alimentos básicos necesarios, esto de acuerdo con los datos dados a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval).

El informe revela además que al cierre del 2010 en Puebla son todavía más de 3.5 millones de personas las que viven en situación de pobreza, 2.6 en aquella que se considera moderada y 863 mil en extrema pobreza.

El documento que ofrece el organismo da a conocer que a nivel nacional la población en pobreza aumentó al pasar del 44.5 por ciento de la población al 46.2, lo que representa un incremento de 48.8 a 52 millones de personas, esto como consecuencia de la crisis económica, pues “el ingreso real de los hogares se redujo, especialmente en las áreas urbanas y se registró un incremento de la población que carece de acceso a la alimentación”.

 Aunque en esos dos años el porcentaje de población en pobreza extrema prácticamente se mantuvo al pasar de 10.6% a 10.4% aunque en términos del número de personas en esa situación, el dato se mantuvo en 11.7 millones”.

La seguridad social como un mito genial

El reporte del Coneval, que utiliza como referencia los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) que aplica cada dos años el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que en el estado la seguridad social es una utopía a la que tienen acceso sólo un puñado de ciudadanos.

Los datos señalan que el 71.9 por ciento de la población, es decir 4 millones 163 mil habitantes están fuera del sistema de seguridad social, uno de los porcentajes más altos, apenas superado por el Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

Foto: Joel Merino.

Y si bien se registró una disminución en la población que carece de acceso a los servicios de salud al pasar del 57.8 por ciento la población (3.2 millones de habitantes) a 41.8 por ciento (2.4 millones), lo cierto es que el estado se mantiene como la entidad con el porcentaje más alto a nivel nacional.

El organismo también da a conocer que Puebla fue uno de los estados en donde aumentó el número de “población vulnerable por ingresos”, es decir aquella que aún cuando puede no tener carencias sociales, su ingreso es inferior al valor de la línea de bienestar, una línea que se define a partir del costo de la canasta básica alimentaria y la no alimentaria:

“Los estados con los mayores aumentos fueron Veracruz, de 228 a 331 mil vulnerables por ingreso; Puebla, de 221 a 330 mil; Sinaloa, de 93 a 213 mil; Chihuahua, de 235 a 431 mil, y el Estado de México, que pasó de 558 a 837 mil personas en esa situación”.

Al respecto, y de acuerdo con el vocero del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Armando Valerdi Roja, citado por el periodicodigital.com “los empleos generados en Puebla hasta el momento son pagados con sueldos inferiores comparados con el resto del país”.

Para reafirmar la información el Coneval revela un incremento en la población con un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo, es decir aquella cuyos ingresos no le permiten adquirir una canasta básica alimentaria, al pasar de 1 millón 521 mil a 1 millón 579 mil, es decir un repunte de 58 mil habitantes en esas condiciones.

Viviendas con más servicios…

Pero no todo son malas noticias, el reporte pone de manifiesto mejorías en algunos puntos relacionados con la vivienda, como en el indicador relacionado con los servicios básicos, ahí Puebla logró la tercera disminución más importante a nivel país (29.8 por ciento), sólo por debajo de Nuevo León (66.4%) y Chihuahua (44%).

Esto representa que 527 mil poblanos obtuvieron los servicios básicos de que carecían dos años antes, al pasar del 33.1 al 23.2 por ciento de la población.

También se redujo el porcentaje de población que vive en hacinamiento, el indicador “carencia por calidad y espacios de la vivienda” pasó del 22.5 al 19.4 por ciento de la población, lo que representa que 153 mil poblanos dejaron de vivir en esa condición al pasar de 1 millón 276 mil a 1 millón 123 mil.

Más pobres en Veracruz, Guanajuato y Oaxaca

El boletín oficial establece que “entre 2008 y 2010, las entidades federativas que mostraron los mayores aumentos en el número de personas en situación de pobreza fueron Veracruz, con un incremento de 3.9 a 4.5 millones de personas pobres; Guanajuato, de 2.4 a 2.7 millones; Oaxaca, de 2.3 a 2.6 millones; Chihuahua y Tamaulipas, cada una con un incremento de 1.1 a 1.3 millones de personas pobres, y Baja California, donde aumentó de 800 mil a un millón el número de personas pobres.

Metodología del Coneval.

Los indicadores de Puebla

Carencia en el acceso a la seguridad social

2008 =  78.8 4,417,000

2010 = 71.9 4,163,400

Carencia en el acceso a los servicios de salud

2008 = 57.8 3,272,100

2010 = 41.8 2,421,300

Carencia en acceso a la alimentación

2008 = 27.1 1,531,800

2010 = 27.4 1,589,500

Carencia de servicios básicos a la vivienda

2008 = 33.1 1,871,600

2010 = 27.4 1,344,500

Calidad y espacios en la vivienda (hacinamiento)

2008 = 22.5 1,276,200

2010 = 19.4 1,123,000

Rezago educativo

2008 = 25.7 1,455,500

2010 = 25.0 1,448,400

Pobreza sostenida

Foto: Joel Merino.

De acuerdo con el informe del Coneval, el estado redujo su población en pobreza extrema, mantuvo prácticamente inamovible el porcentaje de población en situación de pobreza moderada y reportó un incremento en la población vulnerable por ingresos.

Esto significa que por un lado creció la población que no cuenta con la capacidad para cubrir sus necesidades básicas, y por el otro que aquellos que en 2006 eran considerados como pobres extremos por carecer de recursos y servicios públicos recibieron estos últimos pero sus ingresos los sitúan por debajo de la línea de bienestar mínimo.

El Coneval define así la línea de bienestar mínimo: “permite identificar a la población que, aun al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no puede adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada”.

El organismo también hace diferencia entre pobreza moderada y pobreza extrema y no se basa en el ingreso, pues en ambos casos se consideran 978 pesos al mes para la población urbana y 684 pesos mensuales para la población rural; sino la carencia de derechos sociales, como el acceso a la alimentación, acceso a la seguridad social, a los servicios de salud, servicios básicos de vivienda, calidad y espacios de vivienda, y rezago educativo.

En ese sentido, la reducción de la pobreza extrema que reporta el estado se basa en los servicios con los que cuentan, no en su ingreso.

Población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo

(canasta básica alimentaria)