• «Si no la conocen, menos la aplican», lamentan investigadoras del Observatorio de Violencia Social y de Género de la UIA

• Contar con una ley contra la violencia no garantiza su erradicación ni el acceso de las mujeres a la justicia

• Sólo el 2% de los delitos sexuales contra las mujeres se denuncia

• Urge tipificar el feminicidio; asegura IPM que ya trabaja en el documento

Foto tomada de: humanas.cl

Mely Arellano Ayala

@melyarel

El artículo 38 fracción 13 de la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Puebla establece que el gobierno está obligado a difundirla para que todos los operarios tengan conocimiento de la misma; sin embargo, personas que trabajan en diferentes dependencias estatales ni siquiera sabe que existe, “eso nos hace pensar que no hay aplicación; si no se conoce, mucho menos se aplica” concluyeron las investigadoras del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, de la Universidad Iberoamericana.

Puebla es uno de los estados con un importante avance en materia legislativa sobre violencia de género; empero es necesario no sólo que existan las leyes, sino que se apliquen correctamente y que se cuide su lenguaje y contenido, que muchas veces resulta condenatorio hacia las mujeres.

Este miércoles, durante la presentación del Análisis Legislativo y de Políticas Públicas elaborado por el Observatorio, se dio a conocer que el problema de la violencia hacia la mujer tiene muchas aristas, por lo que se hace imprescindible la participación intergubernamental para erradicarla.

En nuestro país sólo se denuncia el 2 por ciento de los delitos sexuales que se cometen contra las mujeres; esta alarmante cifra negra pone en evidencia que tener legislaciones “de género” no asegura el acceso a la justicia, no sólo por desconocimiento de las herramientas para ello, sino por “el riesgo” de enfrentarse a un trato discriminatorio o condenatorio. El derecho penal, pues, no resuelve la violencia de género.

Tomada de: esmas.com

Por otra parte, es necesario también que existan indicadores y estadísticas que permitan hacer una valoración responsable de la violencia en el estado, a partir del seguimiento de prevención sobre el número de mujeres que acude a solicitar ayuda y el número de casos que derivan en denuncia; ello, además, sentaría las bases de políticas públicas efectivas, indicó Anahí Espíndola Pérez.

Advirtieron que sólo con una transformación cultural de quienes aplican e interpretan las leyes (casi todas de cosmovisión androcéntrica), así como de quienes vinculan las diferentes actividades del sistema estatal de atención a víctimas de la violencia habrá incidencia real en la sociedad.

Tema aparte son los procedimientos judiciales y los protocolos de atención que para el Instituto Poblano de la Mujer (IMP) existen y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) los niega.

• Puebla está entre los nueve estados con mayor índice de violencia hacia la mujer.
• Entre el 68 y 78 por ciento de mujeres poblanas, mayores de 15 años, ha sufrido algún tipo de violencia.
• Entre el 41 y 47 por ciento de poblanas ha sufrido violencia emocional por parte de su pareja o su ex, además de que el 18.1 por ciento viven violencia en el ámbito escolar y laboral.

Recomendaciones

El Análisis recomienda eliminar términos que “pueden conducir a una interpretación equivocada”, como la exigencia de “tener buena fama” en el caso de aborto “que cubre más una expectativa de honor que la protección de un bien jurídico protegido”.

Asimismo propone la “eliminación de algunos tipos penales que discriminan a la mujer o repiten en su construcción estereotipos de género” como la figura de rapto.

Por supuesto subraya la urgecia de tipificar el feminicidio “en atención a la gravedad del problema que se vive en el país y en la región.”

Al respecto, la titular del IPM, Blanca Jiménez Castillo, aseguró que ya hay “trabajo avanzado con la Secretaría de Gobernación” (sic) para emitir un documento que se ha analizado junto con la PGJ para la tipificación del feminicidio.